viernes, 3 de diciembre de 2010

MALDITO MAREO

Hace mucho tiempo que no escribo, y no sé si es porque me faltan ganas o porque creo que no escribo lo suficientmente bien. No porque no tenga temas para escribir, porque si hay millones de libros escritos, aún quedan muchísimos más por escribir...siempre habrá algo de qué hablar. Pero hace poco, un par de cosas me motivaron a construir relatos, cuentos, diálogos, no sé como llamarlos, en todo caso, escritos en compañía.

Primero, hay que aprovechar ese vicio fútil que me carcome lentamente, mi adicción a este computador del cual publico, en el cual escribo. Y más aún: Messenger (o como se escriba, la verdad no me interesa). Entonces decidí poner en práctica un ejercicio que conozco gracias a una profesora de inglés. Alguna vez en la clase de segundo idioma hacíamos tal dinámica, como para ponerle un poco de ritmo a las clases magistrales, y abandonar el tedio que muchos de nosotros sentíamos al darnos cuenta después de un suculento recreo que tocaba ver Inglés.

Casualmente, tomé la decisión de hacer el ejercicio con unos estudiantes de noveno, pero en español. Tal cosa sólo sirvió para darme cuenta de la mente tan vacía o retorcida, lo mismo a la larga, que tenían personas de 14 años o quizás un poco más. Me reí un poco, debo admitirlo, pero a fin de cuentas todos los escritos trataban de un tema muy muy específico: Sexo, sexo, algunas veces de sexo, otras de sexo, algún idiota por allí hablaba de maricas, de gays, de lesbianas, travestis, de zoofílicos, necrofílicos, de sexo con animales, de penes, de vaginas...sexo, sexo y más sexo. ¡Ah, qué idiota soy!, olvidé mencionar otro tema distinto...sexo.

Pero no puedo omitir un pequeño detalle. Una amiga que allí tengo, de las mejores, debo decirlo, y no por eso la voy a alabar ni mucho menos, tan solo cuento la anecdota para que ustedes saquen deducciones; una amiga, como venía diciendo, decidió empezar su relato hablando de un país en el cual no se cumplian las leyes. No es que ella se dé cuenta de la realidad de Colombia ni mucho menos, no me refiero a eso. Su compañera inmediata se le tiró el cuento, se lo cagó en pocas palabras, y de ahí para atrás todos sintieron la misma injustificada repulsión y hablaron de...(adivinen)...si estaban pensando en sexo, se equivocan.

Entonces decidí escribir con algunos conocidos que me parecen interesantes por medio de MSN, y que tienen una teja corrida. Quizá ya no soy capaz de escribir solo, quién sabe. Y ahora les presento la colección de escritos en compañía, la cual inicio con el co-dueño de este blog: Daniel Echeverri.

David Rincón y Daniel Echeverri.

MALDITO MAREO



Maldito mareo

Sofocante, insoportable, deprimente. Lo detesto y no soy capaz de mirarlo a los ojos porque se burla de mí. Se mofa de lo que ahora soy y mañana no seré. Se ríe a carcajadas porque sabe que ningún Dólex me curará de esta horrible jaqueca de saberme muerto desde que nazco

Los días con jaqueca y terribles arcadas ya se me hacen insoportables. No recuerdo ya el último día en el que estube, si quiera un minuto bien de salud. Creo que me tocará acostumbrarme. Ésa es la vida.

Todo es costumbre, todo es resignación. Todo es aprovecharte del mal sabor que deja la imposibilidad de manejar lo que no podemos controlar. El futuro

Con el cual juegan millones de personas en televisión, con caritcas y velitas. El cual destrozan millones de transeuntes animales que actuan solo por su beneficio. El cual se ve enfocado en solo eso: en el futuro

Un futuro para el futuro. ¿Acaso hemos pensado en un presente para el presente o, en un pasado para el pasado? Negativo. Más bien es un presente para el pasado. Vivimos el presente anclados al pasado, no podemos olvidar y mucho menos perdonar. Pero mañana soñamos, pasado mañana nos ilusionamos, y así sucesivamente hasta que llega un presente inesperado e inescrutable que se llama muerte

Que maldito mareo, ¡que delirio!. Ya estoy pensando otra vez en cosas raras y complicadas. Extraño es que de un simple sintoma de mi decaida como endeble ser humano, broten tantas ideas que tienen un fin objetivo, ¿esto será metafísica?

Tal vez, aunque no me atrevo a afirmar nada. Porque de ello no me queda claro qué es metafísica. Si me atengo de la etimología (más allá de lo físico) cualquier cosa que piense, que no exista, es metafísico. Pero un momento, antes de resolver la cuestión de si lo que pienso es pura metafísica. ¿Qué es metafísica?

La metafísica es un poema hermoso, pero que no tiene el fin de poema que tienen los demás poemas. Es un ente sin fin. Maldito mareo: hablo solo y preocupado por temas que no tienen cavida en este momento.

Sí, no tiene cabida porque al fin y al cabo, pensar, escribir y leer son ocupaciones sin fín. Mejor dicho no sirven para nada en este mundo utilitarista, a la hora de construir un edificio poco ha de servir la preocupacion por mi existencia, tan poco como habrá de servir la inexistencia de dios

Pero que circulo vicioso de mierda. Está bien, lo acepto, disfruto todo esto. El deliro, el encierro, que maravilla poder estar solo, morir sin nadie.

Pero no puedo afirmar nada sobre mi muerte. No sé cúando será, tampoco cómo será, ni dónde será --a menos que me suicide-- tan solo sé que será. Mientras vivo, me dedico simplemente a vivir la vida, a gozarla, aferrándome a ella como si la fuera a repetir una y otra vez durante la eternidad.

Oh valla parece que despierto un poco: el mareo se disipa, el gusto vuelve a mi boca. En qué diablos andaba pensando. Cuan equivocado es el delirio en el que me sumergí. Cuántos Colombianos no están en delirio igual que yo. Maldita jaqueca. Maldita enfermedad. Todo es culpa del entorno. De el "acondicionamiento"

Al tiempo que me siento profundamente bien conmigo mismo, ahora más yo, ahora más despierto; me distrae pensar en la cantidad de gente que aún continúa dormida. Que aún sale de casa, enciende el carro, va al trabajo, trabaja, vuelve a casa, saluda con una falsa sonrisa la jauría de conejos que ha parido, se sienta en el sillón y vé televisión. Y siguen pensando que eso es la vida, que tal cosa es lo maravilloso de la existencia

Probres imbeciles. no saben lo que es sufrir y por eso no hacen nada al respecto, no hacen nada ante la barbarie.

Por eso cuando sufren, lo hacen para que todo el mundo se dé cuenta, exageran el sufrimiento, brotan lágrimas de mentiras, se derrama su falso maquillaje, se les cae la cara de la verguenza. Por eso disfruto tanto verlos, porque logro reirme y desestrezarme un poco

Para saber que ni sufren. No lo saben. No saben que es la vida. No tienen un fin. El ser humano actual es pura metafísica.

1 comentario:

  1. Bacanísimo ¡Que maravilla! Creo que faltaron los cositos que dicen: Daniel dice y David dice. Pero igual está muy bacano.

    En todo caso, quien empieza soy yo: con Maldito Mareo; de ahí sigue David y luego yo y así sucesivamente hasta el final.

    ¡Que lo disfruten!

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